Libertad para Jack: Llamada a la solidaridad ante las redadas y represión en Atlanta

Amigxs en Atlanta escribieron la siguiente declaración en apoyo a John “Jack” Mazurek, un querido amigo y compañero que fue recientemente detenido y acusado de incendio provocado en una de las tres violentas redadas contra los defensores del bosque en Atlanta.

Después de tres años de oposición popular a “Cop City”, los participantes en la resistencia se han intentado casi todas las vías de protesta posible. La última vez que hablamos con Territorios se estaba llevando a cabo un experimento social masivo en el bosque de Weelaunee. Desde entonces, el bosque ha sido desalojado, el bosque público conocido como “Intrenchment Creek Park” (adyacente a la “Old Atlanta Prison Farm”, donde el Estado quiere construir Cop City) ha sido cerrado con un condado, y la “Old Atlanta Prison Farm” se ha convertido en una fortaleza policial rodeada de alambre de púas, cámaras FLOCK y patrullas de seguridad las 24 horas del día.

Mucho de esto ha saltado a las noticias nacionales. El querido Atlanta Solidarity Fund se ha visto sometido a una serie de ataques legales, y sus organizadores se enfrentan a cargos de lavado de dinero, mientras que la legislatura estatal ha ilegalizado los fondos benéficos para fianzas. En septiembre, el fiscal general de Georgia acusó a 61 personas en un caso histórico de conspiración, directamente destinado a reprimir los movimientos sociales.

Simultáneamente a la represión del fondo solidario, miles de personas de Atlanta se organizaron para hacer un sondeo por toda la ciudad. Al cabo de ocho semanas, 116,000 votantes de Atlanta habían firmado una petición de referéndum, exigiendo la oportunidad de decidir democráticamente si se construía Cop City en la ciudad. El gobierno “progresista” de la ciudad y sus aliados atacaron la campaña del referéndum igual que habían hecho con las protestas callejeras y forestales. Hasta ahora han gastado millones para subvertir el referéndum. La batalla legal atascó el referéndum en los tribunales, bloqueando la votación en las urnas de noviembre, justo cuando los contratistas de la Fundación de la Policía de Atlanta empezaban a verter hormigón. A principios de febrero, el referéndum estaba totalmente bloqueado. El Ayuntamiento de Atlanta incluso codificó requisitos más onerosos para futuros referendos.

El 8 de febrero, tres viviendas fueron redadas en el sur de Atlanta en una operación coordinada de agencias conjuntas. Alrededor de las 6 de la mañana se obligó violentamente a la gente a salir de sus casas, algunos semidesnudos, y se les detuvo fuera. La policía registró las viviendas y confiscó aparatos electrónicos, diarios y un sinfín de objetos personales. Llevaron a una persona a una oficina y la encadenaron al suelo durante muchas horas antes de ponerla en libertad sin cargos, y detuvieron a una persona, Jack, acusada de incendio provocado en primer grado. A Jack se le denegó la libertad bajo fianza en su audiencia inicial y sigue encarcelado mientras escribimos estas líneas, a la espera de su próxima oportunidad de obtener una fianza.

Al día siguiente de la detención de Jack, se quemó un coche patrulla en el mismo barrio y la policía respondió inmediatamente. Se desplegaron por las calles, entrevistaron a los residentes y peinaron el barrio, armados, con equipo táctico y perros. Esa tarde, la policía allanó otra casa a pocas cuadras del lugar del incendio provocado y de las casas allanadas el día anterior. No había nadie dentro y, por lo que sabemos, no se llevaron nada. El propietario de la casa dio una rueda de prensa denunciando la redada como ilegal. Dijeron que apoyaban el movimiento contra Cop City, pero que ese era el único pretexto para derribar sus puertas y registrar su casa. La policía, en su rabia, se apresuró a contraatacar. Esta semana, la policía de Atlanta acosa y vigila regularmente los domicilios de los simpatizantes del movimiento en los barrios cercanos a Cop City. Los activistas preveían que la construcción del proyecto fomentaría un mayor terror policial contra los residentes locales, y se ha demostrado que tenían razón.

La ciudad de Atlanta se ha quitado la máscara y ha revelado la verdadera naturaleza de la Meca Negra -tecnologías de control autoritario, ultra-vigilancia y criminalización, supresión política de la protesta- como vanguardia de la innovación tecnológica capitalista carcelaria.

Pero el movimiento Stop Cop City no ha cesado. La gente se ha comprometido a hacer realidad un mundo libre del terror policial y se ha negado a dejarse intimidar.

Ahora, Jack se enfrenta valientemente a este aparato represivo decidido a aplastar el apoyo al movimiento Stop Cop City. Jack es un querido organizador local, carpintero, músico punk, escalador y estudiante autodidacta de historia, religión y política. Le encanta coser, la comida vegana, el budismo zen, el straight edge y la poesía. Jack es un veterano activista político que nunca ha rehuido defender lo que es justo. Ahora debemos defender a Jack.

Visita a la página web de apoyo a Jack para donar a su fondo legal y escribirle una carta.

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